PIARC ha estado preocupada, durante algún tiempo, por los retos y oportunidades que presentan los Vehículos Conectados y Autónomos para los Operadores de la Red de Carreteras. Estos fueron explorados por dos grupos de trabajo (B.1 y B.2) entre 2018 y 2020, pero ahora han sido superados por el desarrollo rápido y disruptivo de una gama más amplia de tecnologías, herramientas digitales y servicios de movilidad.
Las nuevas formas de movilidad comprenden los nuevos tipos de vehículos y tecnologías que están empezando a aparecer en las calles y carreteras, así como las nuevas formas en que se están utilizando esos vehículos; incluyendo la propuesta del cliente, la propiedad de activos, los servicios a la carta y compartidos. Por lo tanto, se requería una revisión más amplia de los nuevos conceptos de movilidad y sus impactos en la infraestructura vial y de transporte, lo que llevó a la necesidad de un nuevo Grupo Operativo 2.1 (Nueva Movilidad y sus Impactos en la Infraestructura Vial y el Transporte) que se formó y comenzó a trabajar en julio de 2022.
Se presenta una amplia gama de conclusiones emergentes. A muy largo plazo, las nuevas iniciativas de movilidad tendrán un impacto significativo en la planificación, el diseño, la construcción y la explotación de las infraestructuras viarias. Al tener en cuenta estas implicaciones, apoyar los Dominios de Diseño Operativo prácticos y adaptarse al cambiante panorama del transporte, los RNO pueden realizar cambios más limitados para apoyar el despliegue temprano y contribuir al desarrollo de sistemas de transporte más eficientes, sostenibles y resistentes.
C-ITS ofrece numerosas ventajas para mejorar el funcionamiento de la red de carreteras, aumentar la seguridad y agilizar el tráfico. Se recomienda encarecidamente un enfoque colaborativo para maximizar la eficacia de C-ITS, que incluya el establecimiento de iniciativas público-privadas y estrategias conjuntas para recopilar, compartir y utilizar datos de vehículos y usuarios de la carretera de forma coherente y eficiente. También deben tenerse en cuenta cuestiones como el diseño de las comunicaciones, la asignación de recursos y la redundancia en los componentes cruciales del sistema.
La transición a los conceptos de movilidad como servicio (MaaS) requiere la consideración de cuestiones interconectadas como la seguridad vial, la movilidad sostenible, la priorización del uso de los activos y el espacio vial, y depende de la colaboración entre las partes interesadas de los sectores público y privado. El cumplimiento de los reglamentos y normas, que también requieren adaptación, es crucial para lograr el equilibrio adecuado entre seguridad, innovación, fiabilidad, confianza del consumidor y difusión normalizada de la información. Comprender las necesidades de los usuarios y abordar las implicaciones sociales es fundamental para lograr los impactos y beneficios deseados.
Por último, las soluciones innovadoras de movilidad tendrán una serie de implicaciones para el futuro diseño y funcionamiento de la infraestructura física de las carreteras, aunque actualmente existe una gran incertidumbre sobre las adaptaciones precisas que se requieren. La nueva movilidad también generará una serie de impactos financieros, comerciales, de modelo de negocio, sociales y de desarrollo que deben considerarse cuidadosamente para poder fomentar la innovación al tiempo que se promueve el valor público, la inclusión y los resultados sostenibles. Si bien esto se aplica a los países en todas las etapas de desarrollo, los casos de uso, los casos de negocio y la capacidad de los operadores de carreteras para apoyar nuevos modelos de entrega serán muy diferentes en los PIBM en comparación con los países de altos ingresos.